Este importante acontecimiento de nuestros días, tiene su origen en Setiembre de 1930 cuando quince excursionistas de Infiesto organizaron (sin carácter oficial) su particular festejo: tres de ellos paleando en una K-1 con flotadores a ambos lados, tripulada por Manés Fernández y una K-2 plegable, de lona, dirigida por Dionisio de la Huerta (persona vital en la organización del descenso) y Alfonso Argüelles, haciendo el recorrido desde Infiesto, por el río Piloña a Soto de Dueñas, SOTU (Moro). El resto por carretera, como acompañantes, empleando conjuntamente siete horas. Posteriormente se incorporaron a la excursión palistas de Gijón y Ribadesella con la intención de convertir el tercer descenso de paseo en competición deportiva. En 1945 nace el tren fluvial, con bar, banda de música, altavoces, gaitas y cohetes. Y es en 1951 cuando los países extranjeros acuden por vez primera, convirtiéndose, así, en Internacional. Hoy constituye, por el número de países participantes, una de las pruebas más importantes del continente, y por la cohesión entre la contienda deportiva y los singulares festejos que la rodean, la fiesta señera de la provincia y una de las más concurridas de la Península. Los palistas participantes recorren las calles de la villa formando un cortejo en honor del dios Neptuno, quien a partir de la XXXV edición del descenso impone la Gran Condecoración de la Orden Neptuniana a todo el que quiera recibirla.
Una vez alineados los piragüistas en ambas márgenes del río, se da la salida en verso:
Guarde el público silencio,
guarde el público silencio
y escuche nuestra palabra
de orden de Don Pelayo
después de medir las aguas…
Se autoriza nuevamente en Arriondas
la carrera de piraguas…
Los versos simples y festivos van
acompañados de un Asturias patria querida general. Es el comienzo de la doble
carrera de piragüistas y seguidores, como años atrás hicieran los
excursionistas de Infiesto.
En los monolitos, alzados en el
puente de Ribadesella, meta de la carrera, quedan grabados los nombres de los
triunfadores. Después se celebra gran romería en Llovio y continúa la fiesta
por las calles y plazas de la villa.
Paralelos a la prueba de las piraguas
han nacido diversos concursos y juegos populares, de los que el más original
sería posiblemente el proyectado concurso curso internacional de hurras piragüísticos,
arbitrado por cincuenta sirenas-jurados.
Fuentes: Gran Enciclopedia Asturiana,
OBESia y Wikipedia.
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